La Módena Medieval
Época de Esplendor

Escrito por: A.Vila Leído 37 veces.

Durante el período medieval, que abarca aproximadamente desde el siglo V hasta el XV, Módena experimentó una transformación significativa. Tras la caída del Imperio Romano, la ciudad pasó por diversas dominaciones hasta que, alrededor del siglo XI, emergió como un municipio libre próspero y con una fuerte identidad. Esta autonomía le permitió desarrollar su economía, basada en la agricultura, la artesanía y el comercio, y también fortalecer sus instituciones políticas.


El siglo XII marcó un momento crucial con la construcción de la Catedral y el auge de las familias nobles, que compitieron por el poder y contribuyeron al florecimiento artístico y arquitectónico de la ciudad. Las luchas entre güelfos y gibelinos también tuvieron su impacto en Módena, pero a pesar de ello, la ciudad continuó consolidándose como un centro importante en la región de Emilia-Romaña.



La Catedral y la Torre Ghirlandina: Símbolos del Poder Medieval de Módena



La construcción de la Catedral, dedicada a San Geminiano, el santo patrón de la ciudad, comenzó en 1099 bajo la dirección del arquitecto Lanfranco y fue continuada por el escultor Wiligelmo. Esta empresa monumental fue un símbolo del renacimiento de Módena como una poderosa comuna.


La fachada de la Catedral es una obra maestra del arte románico lombardo. Las esculturas de Wiligelmo, especialmente las que representan escenas del Génesis en los arquitrabes de las puertas, son de una expresividad y un detalle asombrosos. Estas esculturas no solo tenían una función decorativa, sino también didáctica, transmitiendo historias bíblicas a una población mayoritariamente analfabeta.


En el interior, la Catedral presenta una planta basilical con tres naves separadas por columnas. Aunque ha sufrido algunas modificaciones a lo largo de los siglos, conserva su estructura románica original. Destacan la cripta, que alberga los restos de San Geminiano, y el púlpito, obra de Enrico da Campione en el siglo XIII.



Ligada inseparablemente a la Catedral se encuentra la majestuosa Torre Ghirlandina. Su construcción se inició en el siglo XII y se completó en etapas sucesivas, alcanzando una altura de casi 87 metros. Originalmente llamada Torre di San Geminiano, su nombre actual proviene de la "ghirlanda" o barandilla de mármol que adorna su cima, añadiéndose en el siglo XIV.


La Ghirlandina no solo cumplía una función de campanario para la Catedral, sino que también era un símbolo del poder y la prosperidad de la comuna de Módena. Su altura y su imponente presencia la convertían en un punto de referencia visible desde lejos. Además, durante la Edad Media, albergó las arcas de la comuna y se utilizaba para la vigilancia y la defensa.



El Palazzo Comunale: Corazón del Poder Civil en la Módena Medieval



La construcción del Palazzo Comunale comenzó en el siglo XIII, aunque ha experimentado numerosas modificaciones y ampliaciones a lo largo de los siglos. Su núcleo original surgió de la necesidad de la creciente comuna de tener una sede para sus magistrados y sus funciones administrativas.


A diferencia de la Catedral, que representaba el poder religioso y espiritual, el Palazzo Comunale se convirtió en el corazón del poder civil y político de Módena. Aquí se reunían los consejos comunales, se administraba justicia, se custodiaban los archivos y se tomaban las decisiones que afectaban a la vida de la ciudad.



En su estructura medieval, el Palazzo Comunale presentaba una serie de salas destinadas a diferentes funciones. Por ejemplo, la Sala del Consiglio Maggiore era donde se celebraban las asambleas más importantes. Con el tiempo, se fueron añadiendo otras salas y dependencias, reflejando el crecimiento de la administración comunal.


Aunque la fachada del Palazzo Comunale que vemos hoy en día es principalmente renacentista y barroca, aún conserva elementos de su pasado medieval en su estructura y en algunos detalles arquitectónicos. Por ejemplo, se pueden apreciar arcos apuntados y ventanas bíforas que nos remiten a esa época.



El Palazzo Comunale no solo fue un centro de poder, sino también un símbolo de la autonomía y la identidad de la comuna de Módena. Representaba la capacidad de los ciudadanos de gobernarse a sí mismos y de tomar las riendas de su propio destino.


Aunque muchas de las decoraciones y pinturas que se pueden admirar hoy en día pertenecen a períodos posteriores al Medievo, principalmente al Renacimiento y al Barroco, estas obras a menudo tienen una fuerte conexión con la historia de Módena, incluyendo su pasado medieval. En algunas de las salas históricas, como la Sala del Consiglio Maggiore, se pueden encontrar frescos o lienzos que conmemoran eventos relevantes de la historia de la ciudad.



La ciudad de Módena experimentó una época de gran esplendor durante la Edad Media, consolidándose como un importante centro político, económico y cultural en la región de Emilia-Romaña. Este período de florecimiento se vio reflejado en la construcción de edificios emblemáticos que aún hoy testimonian la grandeza de su pasado. La Catedral de Módena, iniciada en 1099, y su majestuosa Torre Ghirlandina se erigieron como símbolos del poder religioso y la prosperidad de la comuna, destacando por su impresionante arquitectura románica y las esculturas de Wiligelmo. Por otro lado, el Palazzo Comunale, cuya construcción comenzó en el siglo XIII, se convirtió en el corazón del poder civil y político de la ciudad, albergando las instituciones y las decisiones que moldearon la vida de los modeneses durante la Edad Media. Aunque muchas de las decoraciones interiores del Palazzo Comunale pertenecen a períodos posteriores, aún evocan la rica historia de la ciudad, incluyendo su importante legado medieval. Estos tres monumentos representan pilares fundamentales para comprender la historia y el patrimonio de Módena, recordando una época dorada que dejó una huella imborrable en su identidad.


Una de las salas más destacadas es el Camerino dei Confirmati, decorado en el siglo XVII con frescos de Bartolomeo Schedoni que representan alegorías y figuras históricas relacionadas con Módena. También es importante mencionar la Sala degli Arazzi, que alberga una colección de tapices flamencos del siglo XVI. Si bien estas obras no son estrictamente medievales, reflejan la continuidad de la importancia histórica y cultural de Módena a lo largo de los siglos.





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