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Ver más noticias de historiaLa Atlántida en Israel
Publicado por: Administración Leído 8.883 veces.Recientes descubrimientos arqueológico confirmar aspectos de la teoría de chileno
Hace poco mas de un mes, la arqueóloga Kathryn Bard, en una conferencia de prensa, hizo públicos hallazgos arqueológicos de los restos marítimos más antiguos del mundo, que apuntan en la dirección que Jaime Manuschevich, investigador chileno, señala para la ubicación de la mítica isla de Atlantis.
Según señala Manuschevich, estos claros antecedentes ratifican su teoría que el Medio Oriente, con Israel como centro geográfico, fue la cuna de la navegación por el mar Rojo hace más de siete milenios, generándose desde allí el mito de la Atlántida
Los antiguos egipcios navegaban más allá del Mar Rojo
En diciembre y enero, ella y su equipo de investigación, codirigida por Kathryn Bard y el arqueólogo italiano Rodolfo Fattovich, de la Universidad de Nápoles L'Orientale, exploraron una excavación en el lecho de un río seco Gawasis, Egipto, en la costa de Mar Rojo, a unos 26 kilómetros al sur del moderno puerto egipcio de Safaga. Allí ellos descubrieron cuadernas y cajas de madera - algunos del cedro de 4,000 años de antigüedad- con sus tapas, ensamblados y cerraduras del cobre aún en su lugar. Las piezas y la carga de la nave fueron encontradas en cuevas artificiales que habían sido descubiertas durante una excavación en diciembre de 2004. "Cuando estuvimos allí la última vez," dice Bard, "destapamos las entradas a dos cuevas, y pensamos que era una capilla. Pero ahora sabemos que es mucho más extenso. Hay cinco cuartos paralelos cortados en la roca, y todos fueron utilizados como arsenal de la nave."
El descubrimiento de Bard, que incluye más de 20 cajas de madera de carga que se cree que vino de la tierra perdida del Punt, proporciona evidencia decisiva que los egipcios viajaron grandes distancias por el mar Rojo. "La mayoría de los eruditos piensan que comerciaban tan lejos por tierra," dice Bard “pero no hay mucha evidencia del comercio que se hacía por mar hasta el Punt", tal como señala Manuschevich en su libro.
Estos restos pueden ayudar a investigadores a determinar el exacto paradero del Punt, una tierra misteriosa que los historiadores han colocado en Sudán, Eritrea, Yemen, o Somalia, lo que los obligaba a atravesar el estrecho de Bab el Mandeb, que según el autor chileno, fue confundido con Gibraltar por Platón. Este lugar con que negociaban los antiguos egipcios, también era conocido como la “tierra del Dios” o la “tierra roja”, lo que llevo a los griegos a darles el nombre de punitas a sus habitantes. De ella, los egipcios antiguos obtenían sus gomas y resinas, que fueron utilizadas para el incienso y los ungüentos. Los comerciantes egipcios también trajeron de sus viajes al Punt ébano, marfil y oro. Una de las cajas del cargo tiene una inscripción jeroglífica con un cartucho real pintado en él, a la vez "los jeroglíficos describen el contenido de la caja como `las cosas maravillosas del Punt’,” señala Bard. Dentro de uno de los cuartos en las cuevas se encontraron 60 a 80 rollos de cuerda de nave, "todos atados y anudados cuidadosamente, hechos por marineros desparecidos hace casi 4.000 años," señala la arqueóloga. Otros artefactos incluyen pedazos de cerámica, un ancla de piedra grande, una tableta de la piedra caliza, o de estela de Faraón Nimaatra Amenemhat III (1831-1786 A.C.), inscrita con cinco de sus nombres reales, así como pedazos del pino y del roble, todos del sudoeste Asia, presumiblemente Israel y El Líbano, junto con madera del valle del Nilo. Los maderas muestran las evidencias de un largo viaje, superior a los 2 mil kilómetros de distancia, ya que gusanos habían perforado en los tablones, lo que indica que las naves habían resistido a un largo viaje de varios meses.
Durante la excavación anterior el equipo encontró muchos otros artículos náuticos, incluyendo dos remos de cedro, que según deducen los científicos, fueron utilizados en naves de 21 metros de eslora, bien documentado durante el siglo XV antes del era común, durante reinando de Hatshepsut. "Ésta era la expedición más famosa del navegación a distancia al Punt," dice Bard, tal como se describe en su templo mortuorio en El-Bahari de Deir en Tebas. Cerca, encontraron una estela con más inscripciones jeroglíficas que detallaban expediciones comerciales a la tierra legendaria.
Los restos evidencian una gran y antigua tecnología marítima
La directora del proyecto señaló que "el sitio arqueológico es como una base militar, y los artefactos allí cuentan una historia de los mejores administradores que el mundo ha visto." Un experto en la construcción naval antigua, que formó parte del equipo de proyecto del Mar Negro de Roberto Ballard, el explorador de Titanic, señala a que pese a que se pensaba que los egipcios antiguos no tenían la tecnología naval para viajar largas distancias por mar, los resultados en el Wadi Gawasis confirman que los egipcios navegaron un viaje redondo de 4 mil kilómetros al Punt, suponiendo que este era Etiopía o Yemen. Según los expertos, el sitio de Wadi Gawasis, fue un astillero industrial de categoría, con seis cuevas que los egipcios antiguos utilizaron como cuartos del trabajo y de almacenaje. El equipo también encontró una estela, o tableta de la piedra caliza, de Faraón Amenemhat III, que gobernó entre 1844-1797 a.C., inscritos con los cinco de sus nombres reales. La placa proporcionó la evidencia adicional que los descubrimientos encontraron en la fecha del sitio al período medio del reino de Egipto. Mientras estuvo en uso, el antiguo astillero era la central de una operación sofisticada del gobierno para las expediciones al Punt, operación que el experto comparó con el programa del espacio de la NASA. A la vuelta de la flota después de varios meses de navegación, los equipos descargaron la carga y analizaron cada pedazo de las naves. Un carpintero marino examinó los trozos y marcó los pedazos dañados con la pintura roja. Otros fueron limpiados, librados de los gusanos y reciclados. Se calcula que pudieron haber participado en las expediciones algo así como 3.700 hombres.
Según señalan los expertos, la escala de la organización era asombrosa, tenía la mano de obra necesaria, el astillero adecuado, el conocimiento para utilizar las corrientes y los vientos para volver con seguridad, y navegan varios meses por el Mar Rojo.
Un misterioso abandono
Según señalan los investigadores, este puerto dejo de operar justamente durante el reinado de Faraón Amenemhat III, que gobernó entre 1844-1797 a.C., supuestamente producto de un período de malestar civil e inestabilidad política, pasando luego al olvido.
Sin embargo, Manuschevich, sostiene que las fechas en que dejó de operar son casi las mismas en que otros puertos antiguos fueron abandonados, tal como un asentamiento minoico cercano a Apolonia, en la Isla de Milos, donde el investigador chileno estuvo recientemente. Según sus propias antecedentes y estudios, la causa de su abandono fue que dejaron de ser operativos por el descenso del mar.
El investigador chileno señala que hoy hay datos concretos que señalan este fenómeno. Un trabajo realizado en Colombia, llamado “Variaciones Cuaternarias del Nivel del Mar y Sus Implicaciones en las Amenazas Litorales del Caribe Colombiano”, de 1997, concluye que el mar tenía una altura superior en 2 a 3 metros al nivel actual hace unos 2400 años A.P. Otra investigación -“Mensajes del Pasado Escrito en la Arena”, de abril del 2002, realizada por la Universidad de Haifa y el Instituto Antártico Argentino, señala que "la altura global del mar alcanzó su actual valor hace 5.000-6.000 años" y “que durante un lapso cercano a 2.000 años (entre 8.400 y 6.400 años antes del presente) ocurrió un considerable descenso del nivel del mar, que se estima en unos 25 m.” Por otra parte, Kurt Lambeck y J. Chappell, (SCIENCE) indican que hay punto en la tierra donde el nivel del agua bajó 200 metros en los últimos 9000 años.
Sobre la base de estos recientes estudios y nuevos hallazgos arqueológicos, Jaime Manuschevich sostiene que el mar estuvo bajando por varios milenios, que hizo que la región de Israel-Sinaí, la antigua Canaán, dejaran de ser una isla, provocando además importantes cambios climáticos y la desertificación y casi abandono final de la región.
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