Pedro II (1177-1213) hijo de Alfonso I de Aragón-Barcelona
y de Doña
Sancha de Castilla, fue quien abrió las puertas a la expansión
de la Corona de Aragón y del Principado de Cataluña tanto dentro
como fuera de la península ibérica, llegando hasta Montpellier
(zona del Aix-en-Provence, en la Costa Azul de Francia).
Pedro tenia una gran capacidad de lucha y estaba preparado para la guerra. Pero
por su afán en combatir allá donde fuera, dejó de lado la
economía de la corona, llegando a pasar estrecheces duante muchos años
de su reinado, en la que empezaria a reinar en 1196.
Durante su reinado, la cultura tuvo un gran auge, grácias a los trovadores,
a las grandes ceremónias que se hacian, a la expansión del románico
por toda la corona y a la creación de más monasterios y conventos,
en los cuales, se empezarian a transmitir por escrito cronicones, poémas,
legados, diversos escritos como los capbreus, (...)
Estos fueron los principales factores de su reinado:
1. Roma, el Papa y el Matrimonio de Estado:
Pedro II visitó Roma para entrevistarse con el Papa y allí se
hace coronar, como lo hizo en su dia, su ancestro el rey Sancho I Ramirez.
Su idea en Roma era mejorar las relaciones con la Santa Sede, pactando un posible
matrimonio de estado con los Hohenstaufen. El Papa reacio y después
de coronarle con toda pompa, le hace pagar una perpetua anual de 250 mancusos;
con ello Pedro II tampoco logra obtener la ayuda ponticía para casarse
con una Hohenstaufen y por ello, con el tiempo, es inducido a casarse con la
hija de Guillermo VIII de Montpellier, Doña Maria (I) de Montpellier
i Comnema.
Aunque este matrimonio nunca le hizo feliz y siempre estuvo deseoso de anularlo,
siempre obtuvo el obstáculo por parte del Papa Inocencio III. Por entonces,
la política con los occitanos y provenzanos era muy malas.
En 1204 decidió hacer una boda a su gusto, y ya que no podia ser él
el protagonista, lo seria su hermana Leonor, casándola con Ramon VI
de Tolouse. Con este matrimonio, Toulouse, Provenza, Rossellón y Montpellier
entrarian en una época de tranquilidad generalizada. Por su matrimonio
de estado con Maria de Montpellier tendria a su único hijo, Jaime (futuro
Jaime/Jaume I de Aragón, Conde de Barcelona, Sr. de Montpellier, ...).
Aún así, tendria una hija fuera del matrimonio, doña Constanza,
que se casaria con el Vizconde de Bearn y moriria en Palma de Mallorca, bastantes
años después de que se conquistara la isla de Mallorca por tropas
cristianas.
2. Las Relaciones
con Castilla y “La Batalla de
Las Navas de Tolosa:”
Las relaciones
exteriores con Castilla, Navarra y los reinos sarracenos de la península, se reflecta en su forma de llevar las riendas
de Aragón. Con Castilla al principio, no eran del todo muy buenas.
Las desavenencias que entonces, hacia 1196 tenían los castellanos
con los aragoneses, venian en parte por un castillo que la reina Sancha
de Aragón- madre de Pedro I- tenía en la frontera con Castilla.
Los problemas acabaron con la Entrevista de Ariza en el 1200 y con la
Concórdia
de Daroca en 1201. Con el paso del tiempo se uniría con Castilla para
combatir contra Navarra. Grácias a su ayuda, Castilla consiguió expandirse
más hacia el norte de la península obteniéndo también
en 1200 el señorio de Guipúzcoa.
En 1212
llegaria la famosísima batalla de “Las Navas de
Tolosa” o “la Reconquista” en contra de la expansión
sarracena en la península ibérica de Mohamed ben Yacub,
caudillo de los almohades. Pedro II se unió a los reinos cristianos
de Castilla (Alfonso VIII), Navarra (Sancho VII) y el Señorío
de Vizcaya (Diego López de Haro) y con la Iglesia que participaron
con: el Arzobispo de Toledo, los Obispos de Palencia, Sigüenza,
Burgo de Osma, Avila y Plasencia (Por Castilla); los Obispos de Barcelona
y Tarragona (Por Cataluña y Aragón); los Obispos de Narbonne,
Burdeos y Nantes (Sur Francia, aliados de Pedro II) y diversos caballeros, órdenes
y templarios como los del Temple, Calatrava, Santiago y los del Hospital.
El único reino cristiano que no participó fue León
que se quedó fuera.
Se encontraron todos en Guadalete (Castilla la Mancha). Más tarde Pedro
II convenceria a los cruzados que se encontraban en Malagón (Ciudad
Real), sin viveres y sin ganas de resistir, a que se quedaran. En julio, el
monarca aragonés se trasladaria a Calatrava (act.Murcia) a la espera
de la llegada de Alfonso VIII y demás aliados.
El dia 11 de julio de 1212 se pudo entrevistar con el monarca castellano en
Salvatierra y ya juntos -el 14 de julio- continuaron camino hacia Muradal (Sierra
Morena).
El 16 de julio de 1212 en Navas de Tolosa (Jaén.Al-Andalusi) dió comienzo
la batalla. Aprovechando el final del califa almohade, tomaron posesión
del Valle del Guadalquivir.
El más beneficiado en la batalla fue Castilla, pero tanto Aragón
como Navarra ganaron prestigio. Al volver a sus tierras, Pedro II tuvo que
poner orden en su reino, más interés a
la politica con los condados de Cataluña y del Pirineo Catalán
y a los problemas económicos.
3.La
Expansión
del Reino hacia el exterior:
Siguiendo
con la tradición de las Casas de Aragón y de
Barcelona, Pedro II quiso expandir sus territorios en todas las direcciones.
Más preocupante fue expandirse hacia el mediterraneo sur y las
relaciones con los territorios de Cataluña Norte y Pirineo francés
se hacian más dificil. Uno de sus enemigos, el eminente Simon
de Montfort no le dejaba mucho espacio de actuación. Montfort
fue caudillo de la cruzada en contra la herejia, por parte del rey de
Francia y disfrutaba de mucho poder. Si volvemos atrás en el tiempo,
hacia 1207, antes incluso a la Batalla de Navas de Tolosa, entenderemos
mejor las causas que originó la Batalla de Muret que seguidamente
explicaremos.
Las batallas que tuvo en el futuro reino de Valencia en 1206, en la cual
sitió la
capital y en la que casi perdió la vida y posteriormente en 1210 la
toma de algunas porciones septentrionales de Valencia y que le llevó a
la repoblación de Ademús con aragoneses fronterizos, hizo que
tanto la economía del reino como la politica se debilitara con el paso
del tiempo. Pedro II prometió a la orden del Hospital la entrega de
las mezquitas de Boriana nada más conquistar esta localidad, además
de otras promesas que no llegó a culminar a causa de su muerte en Muret.
Su hijo Jaime I seria quien realmente expandiria el reino más allá de
la península y de sus territorios continentales, hacia el Mediterráneo.
4.“La Batalla de Muret” y los Cátaros.
Cuando el Papa decidió limpiar de los territorios católicos del
Sur de Francia la herejia provenientes de los cátaros (kataros-griego- “Los
puros” secta religiosa),
el cuñado de Pedro II –el Conde de Toulouse- se negó a
ello. Por ello el Papa decidió excomulgar al conde y pidió al
aragonés una alianza y seguimiento del proyecto de herejía. Pedro
II, como Señor de Montpellier y teniendo entre sus mejores aliados a
la gran mayoria de los cátaros de Carcassone, Beziers y Pirineo Norte,
no quiso, en principio, tomar la misión y se sumó al espíritu
combativo de los albigenses (cátaros) y apoyando a su cuñado
el Conde de Toulouse. A causa de esto, la iglesia católica condenó este “insulto
a la iglesia” mediante sinodos, documentos, concilios y excomuniones
a todo aquél que no apoyaba a la iglesia católica y abrazaba
la religión de los cátaros. Los cátaros mataron al legado
papal, Don Pedro de Castelnau que provocaron una guerra santa entre católicos
y cátaros, la llamada: “La Batalla de Muret”.
El 12 de septiembre de 1213, al sur de Toulouse, exactamente en Muret (Francia),
y durante la batalla contra la Iglesia, dirigido por el Conde Simon de Montfort
y apoyado por los cruzados, murió Don Pedro II de Aragón, Conde
de Barcelona. Después de la contienda, Montfort tomaria las riendas
de la Corona de Aragón, encarcelándo también al único
hijo varon del aragonés; un rey de corta edad que llegaria a ser Jaime
I de Aragón.
He aqui,
unas palabras que recuerdan como era Pedro II, visto por su hijo Jaime
en la obra que escribió llamado “Llibre dels
fets” del siglo XIII, en la que hemos querido traducir al castellano:
“Nuestro padre, el rey Pedro, fue el rey más generoso
que nunca hubo en España, y el más cortés, y el
más afable, hasta el punto que era tan espléndido que sus
rentas y su patrimonio iban a menos. Y era un buen caballero para las
armas, otro como él no había en el mundo (...)”
|